top of page

No más 2020

  • Vanesa
  • 1 ene 2021
  • 2 Min. de lectura



Me despertaste esa situación, que quizá estaba en stand by o que simplemente era tan dolorosa que la dejé yo en un limbo.

Todavía lo recuerdo como si fuera ayer. Yo dormía profundamente. Si en esas horas de sueño que si te cae una bomba al lado no te enteras de nada.

Recuerdo sentir algo, alguien estaba detrás, demasiado cerca yo no sabía si era un sueño o era real. Estaba completamente inconsciente.

Me desperté y me estaba tocando mientras dormía. Abri los ojos. Si era real, no era parte de mi sueño. Él estaba empalmado restregandose contra mi culo y agarrandome un pecho. La ropa no servía de barrera podía sentirle contra mi culo. Me encogí un poco queriéndo hacerme más pequeña, tanto que pudiera desaparecer. Cada segundo se me hizo una eternidad, conseguí sacar fuerzas, no se aún de donde. Recuerdo darme la vuelta, un olor a tabaco y alcohol de su aliento que me resultó nauseabundo.

Le aparté, le dije con una asertividad, miedo e incomprensión todo junto.

-No me parece buena idea.

Él se dio la vuelta y siguió durmiendo.

Yo no sabía que hacer, no podia respirar parecía que alguien me hubiera golpeado en el pecho y no pudiera inhalar, las lágrimas querían brotar por mis mejillas pero si habia algo que tenia claro, era que ese no era el momento, tenía que mantenerme fuerte o al menos demostrarlo.

Asi pasaron, los minutos y seguramente alguna hora también en lo que yo estaba ahí en la misma cama, queriéndome ir, queriéndome escapar, queriendo comprender ¿por qué?

Conseguí caer dormida de puro agotamiento, dormi dos horas mas y me desperté, me fui al baño y comencé a llorar en silencio.

Había tres personas mas en la casa y no quería que nadie se enterara de lo que había sucedido. Que vergüenza tan grande...

Mi cuerpo estaba manoseado, sucio, quería encogerme, ponerme en posición fetal agarrarme las rodillas y llorar y gritar.

¿Por qué?

Bajé y le desperté llorando, le dije:

-Despierta que tenemos que hablar

Él medio dormido me preguntó:

que te ocurre Vane

Entre sollozo y sollozo fui mas o menos capaz de explicarle que no había estado bien lo que había hecho.

A lo que el respondía de forma continuada,

-lo siento, lo siento me siento un miserable

Dijese lo que dijese, no cambiaba nada, el solo me había terminado de romper un pedazo mas.

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo
Sueños rotos

Me encontraba en el aeropuerto una vez más, en el último día del año yendo a mi próxima aventura. Allí estaba en un día gélido, que lo...

 
 
 

Comments


Formulario de suscripción

  • facebook
  • instagram

©2020 por Vanesa y su mochila. Creada con Wix.com

bottom of page